Los Países Bajos (1567-1573)
Como general demostró su destreza venciendo a los rebeldes protestantes en Jemmingen y en Jodoigne, recuperando Mons, saqueando Malinas o haciendo que su hijo Fabrique tomara Haarlem.
Sin embargo, como gobernador debió enfrentarse al complicado y cambiante juego de alianzas que desde siempre había caracterizado la política centroeuropea. Y para empeorar aún más las cosas se le hurtaron los recursos financieros con los que poder llevar a cabo su labor, teniendo que recurrir a la imposición de impuestos manu militari. Todo ello y el hecho de tener que actuar como “brazo ejecutor” de las órdenes de Felipe II a la hora de aplicarles el castigo a los rebeldes, le granjeó el odio de la población autóctona y la visión que se ha proyectado de él como hombre sanguinario y cruel, aunque sus enemigos actuaron de manera similar o incluso peor en algunos casos.
Dicho lo anterior, en las páginas de esta tercera parte que al estudio de sus campañas dedica la colección Guerreros y Batallas, encontrará el lector toda la información necesaria para valorar en su justa medida la figura de uno de los más grandes generales de la historia de España.
Tamaño: 17x24
Rústica
Nº páginas: 96
Muy ilustrado en b/n y láminas a color.