La primera campaña italiana de Napoleón (1796-1797)
Cuando el 27 de marzo de 1796 el joven general Bonaparte asumió el mando de L’Armée d’Italie de manos de su hasta entonces comandante en jefe Schérer, recibió una impresión ciertamente desoladora: su ejército, disperso entre Niza y Savona, era un desmoralizado y maltrecho contingente que había reducido drásticamente sus efectivos debido a la hambruna, la enfermedad, la muerte, y la falta de reemplazo, y en el que los problemas de deserción e indisciplina eran frecuentes.
Desde su creación en 1792, L’Armée d’Italie había sufrido un paulatino abandono y una atroz escasez de todo tipo de suministros, equipamiento y pertrechos. Son varias las causas que suscitaron este progresivo desamparo por parte del Directorio, entre las que se encontrarían la bancarrota de las arcas francesas, y la orquestación de la campaña en Italia (al menos en sus inicios) como un frente secundario en el contexto de las Guerras de la Primera Coalición (1792-1797).
La Primera Campaña de Italia (1796-1797), representa los comienzos del corso como estratega, y nos muestra (como quizá ninguna otra) su genio militar, su ambición política, y su carácter. Bonaparte supo conducir a la victoria a un contingente integrado por soldados harapientos, indisciplinados y desnutridos, gradualmente transformado en un ejército orgulloso de sus victorias y con una reputación e identidad reforzadas, que durante este período conquistó para su nación prácticamente todo el norte de la península itálica.
Autor: Javier José Guío Martín
Editor: HRM ediciones
ISBN 9788494339578