El señor de la rueda
En un mundo en el que circulan miles de castillos rodantes, el joven Sir Pértinax le Percutens es ordenado caballero. Sus únicas preocupaciones son justar, amar a cuantas damas precisen de su amor y honrar a Su Majestad el Rey Arturo. Igual que el resto de habitantes del asfalto, Sir Pértinax ve la violencia como una parte más de la vida, el sexo como un elemento clave de la cortesía social y la ausencia de movimiento como la mayor de las deshonras posibles. Se podría decir que el caballero vive una vida perfectamente normal. Pero un día esa normalidad se ve alterada por la aparición en la carretera de una bella dama completa y vergonzosamente detenida...
En el señor de la rueda encontrarás un mundo plagado de inmensas carreteras sobre las que circulan grandes castillos motorizados.
Estos castillos, conocidos como castillocares, están habitados por religiosos, físicos, damos y, sobre todo, por caballeros, todos ellos al servicio de Su Majestad el Rey Arturo.
Jugar al Señor de la rueda significa adentrarse un mundo en el que un mal adelantamiento puede llevar a una justa y en el que los prejuicios sexuales simplemente no existen. En este mundo hay un único tabú, una única norma que, bajo ningún concepto debe ser transgredida: siempre hay que estar en movimiento.
Consigue que tu vehículo crezca hasta convertirse en un gran castillocar, ama y se amado en todas las oportunidades que se te presenten, mantén tu honor y defiéndelo si es preciso con las armas, investiga carreteras salvajes, mata a dragones para hacer crecer tu gloria. Pero recuerda, nunca, nunca, nunca debes detenerte.
Que el Rey Arturo te proteja