No nos llaman “Nahab”, merodeadores y depredadores, por casualidad, sino que es un nombre ganado a pulso. Somos peligrosos porque somos imprevisibles, porque aparecemos donde y cuando menos se nos espera.
No nos llaman “Nahab”, merodeadores y depredadores, por casualidad, sino que es un nombre ganado a pulso. Somos peligrosos porque somos imprevisibles, porque aparecemos donde y cuando menos se nos espera....
No nos llaman “Nahab”, merodeadores y depredadores, por casualidad, sino que es un nombre ganado a pulso. Somos peligrosos porque somos imprevisibles, porque aparecemos donde y cuando menos se nos espera....