Aun así, como todos los vampiros saben, aunque la Sangre porta muchos dones oscuros, exige un precio elevado. Todos los Ghouls sufren una forma menor de la Bestia, una terrible Ansia que los consume, una forma menor de las Debilidades de Clan presentes en la Sangre de sus Amos. Cuanto más tiempo se alimenten de Sangre, más en peligro están de perderse a sí mismos y su humanidad, a menos que resistan y luchen tanto por su salud mental como por su libertad.
Los Ghouls son un fenómeno único entre los vampiros, aunque los Aparecidos, que producen Vitae de forma natural, son aún más raros. Ambos, de todas formas, son valiosos porque pueden caminar durante las horas de luz diurna y servir a sus amos de noche.
Algunos pueden afirmar que los Ghouls disfrutan lo mejor que ambos mundos pueden ofrecer. Otros dicen que han olvidado lo que significa ser humano y no pueden ser redimidos. Los propios Ghouls suelen sentir que están en un estado de limbo, incapaces de ser verdaderamente aceptados por los vampiros hasta que sean Abrazados, y aun así forzados a abandonar sus vidas originales de forma indefinida.