Rulebenders
Esa misma noche me reuní con mis amigos, todo un grupo de aventureros, para nuestra noche de juegos semanal. Como de costumbre, no lográbamos decidir a qué jugar. Y mientras mi amiga Nina examinaba los estantes de juegos, se topó con el misterioso artefacto. «Eh, Tom, ¿qué clase de juego es este?», me preguntó con sarcasmo. Cogió el dispositivo y empezó a darle vueltas, intentando abrirlo. Justo cuando iba a contarles la historia del anciano, oímos un click y el dibujo del centro empezó a iluminarse. Todos nos asustamos; a Nina casi se le cae el artefacto de las manos, pero lo agarró justo a tiempo. El brillo se volvió más intenso y, antes de que pudiéramos percatarnos, una luz brillante había envuelto toda la habitación.
Cuando la luz se desvaneció, nos encontrábamos en un lugar totalmente distinto, aunque, curiosamente, nos resultaba familiar. Y entonces me di cuenta: ¡el dispositivo nos había transportado a uno de mis juegos de mesa! Al principio, todos entramos en pánico. «¿Qué ocurre?» «¿Dónde estamos?» «¿Qué es eso? ¿Un dinosaurio?». Nos calmamos cuando nos dimos cuenta de que, si el dispositivo nos había traído aquí, también podría llevarnos de vuelta.
De repente, una voz nos habló desde el artefacto. «¡Hola, valientes aventureros! Soy Flexo, y estoy aquí para responder cualquier duda que podáis tener. ¿Estáis listos para cambiar las normas?». Acto seguido, el tipo de aspecto simpático se encontraba de pie ante nosotros, y nos explicó que lo que teníamos entre manos era una máquina para controlar las normas. «Os permite experimentar los juegos como nunca habríais imaginado. Sois los másters de vuestra propia aventura, ya que podéis alterar las normas del juego a medida que juguéis y cambiarlas en vuestro beneficio. Para ello, solo tendréis que conseguir cubos de energía y gastarlos; y para controlar vuestro destino tendréis que reunir los valiosos chips que alimentan la máquina. Incluso podréis moveros de un universo de juego a otro si jugáis bien vuestras cartas». Nuestra misión era sencilla: para volver a casa, teníamos que ganar la partida reuniendo chips. Bueno, era fácil decirlo. Sin embargo, aquella noche, fui el primero que lo logró.
Desde aquella extraordinaria velada, nuestras noches de juegos cambiaron para siempre. Ahora nos hacemos llamar los Rulebenders y regresamos a esta aventura una y otra vez. ¿Quieres unirte a nosotros?
Componentes
1 tablero central
Autor: Tom Vandeweyer
Jugadores: 2-5
Duración: 75 minutos
Edad: a partir de 10 años