
La Wehrmacht tenía un objetivo claro, que era su única opción de victoria: aniquilar al Ejército Rojo mediante grandes batallas de cerco en las fronteras en las primeras semanas. Ello llevaría, en teoría, al colapso del sistema soviético y a una fácil penetración hasta el corazón de la URSS, para neutralizar al país.
Si alguna máquina militar podía conseguirlo era la Wehrmacht en 1941, desarrollando a la perfección la Blitzkrieg, que le había permitido conquistar el Oeste. Pero si la Blitzkrieg sería suficiente para destruir al colosal Ejército Rojo y la maquinaria que lo sostenía, se vería en pocas semanas.
Autor: Juan Vázquez García