

La Guerra de la Triple Alianza coloca a los jugadores ante los dilemas con los que se encontraban los generales de los bandos enfrentados. Paraguay comienza con un fuerte ejército que puede avanzar en territorio argentino y brasileño, pero no dispone de suficientes reemplazos como para sostener una guerra de desgaste. Los aliados (Brasil, Argentina y Uruguay) deben contener la acometida paraguaya y ganar tiempo cediendo el menor terreno posible, porque a medida que transcurra el tiempo sus ejércitos serán cada vez más numerosos, y podrán presentar batalla.
Hay un momento en el que la estrategia para ambos bandos cambia completamente: cuando el jugador aliado acumula suficientes tropas como para superar a los paraguayos, comienza una carrera por conquistar Asunción y otras ciudades importantes antes del final del juego, mientras que el jugador paraguayo procurará ralentizar su avance o quizá incluso detenerlo apoyándose en las fortificaciones que protegen el ascenso por el río.
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