Aqualin (Castellano)

En un arrecife rebosante de vida marina, los jugadores compiten para sumar la máxima puntuación posible, formando o bien grupos de un color o bien bancos con el mismo tipo de animal. En turnos sucesivos, los jugadores añadirán y moverán las fichas para tratar de formar los conjuntos más favorables a sus intereses hasta que ya no quede espacio.

Con los componentes justos, Aqualin ofrece un gran juego y una magnífica experiencia para todo tipo de jugadores. El arrecife donde se desarrolla la acción es un tablero central con 36 casillas, dispuestas en 6 columnas y 6 filas. A su alrededor se disponen las 36 fichas de vida marina, en las que encontramos estrellas de mar, cangrejos, tortugas, medusas, caballitos de mar y peces, todos ellos en distintos colores. ¡No hay dos fichas iguales bajo el agua!

Antes de empezar la partida, se forma un mercado central revelando 6 fichas, que estarán a disposición de ambos jugadores. Una vez decidido quien puntuará por el color y quien por el tipo de animal, empieza la partida. En su turno, un jugador puede mover una ficha del arrecife a lo largo de una columna o fila hasta que encuentre un obstáculo (es decir, otra ficha o el borde del tablero) y debe añadir una ficha nueva desde el mercado central. Finalmente, toma al azar una de las fichas restantes para que esté disponible en los próximos turnos.

En Aqualin las corrientes de agua son caprichosas… ¡La vida marina forma nuevos bancos constantemente! Sin embargo, a medida que el arrecife se va llenando cada vez queda menos espacio para nadar. Una vez que las 36 casillas están ocupadas, se hace el recuento de puntos de victoria. Los bancos se forman con grupos de dos o más criaturas marinas adyacentes, del mismo tipo o color, ¡Pero las fichas en diagonal no cuentan! Cuanto más grande sea el banco, más puntos reportará.

Los amantes de los puzles no pueden dejar pasar Aqualin, un título que promete duelos muy intensos en los que un solo movimiento puede decidir toda la partida. Sus reglas sencillas lo hacen ideal también para los más pequeños o para aficionados esporádicos a los juegos de mesa. Sumergíos en el arrecife y descubrid la riqueza de la diversidad de la vida marina, mientras ponéis a prueba vuestra capacidad para controlar sus movimientos y formar mayorías.