La batalla de Poltava
Contra todo pronóstico, el joven Carlos XII, de apenas diecisiete años al inicio de la contienda, pero criado desde niño para la guerra, derrotó uno tras otro a sus enemigos. Primero cayó Dinamarca; luego Polonia-Lituania y, por último, en 1706, Sajonia hincó la rodilla. Solo le quedaba a derrotar a Pedro. El zar, que había subido al poder sorteando revueltas e intrigas cortesanas, siempre en busca del equilibrio entre la tradición y la modernización, era tenido en poco por las potencias europeas. Sin embargo, el desenlace de la batalla de Poltava cambió esta percepción. El ejército carolino fue destruido y Rusia se alzó con la hegemonía en la región. Este número recorre los pasos de Carlos XII y Pedro I con sendos ejércitos por las estepas de Ucrania –hoy, de nuevo, epicentro de un aciago conflicto–, así como los avatares de la batalla decisiva y sus profundas consecuencias, que todavía se dejan sentir a día de hoy.