La conquista de Navarra (II) 1521-1522
La última y más importante de ellas se produjo en 1521, cuando tropas al servicio de Enrique II de Albret, apoyadas por un numeroso contingente francés enviado por Francisco I de Francia, deseoso de hostigar a su rival, el emperador y rey de Castilla Carlos V en todos los frentes posibles –desde Guipúzcoa y Navarra hasta los Países Bajos, pasando por Italia–, avanzaron victoriosas por Roncesvalles, tomaron Pamplona casi sin oposición e incluso entraron en Castilla para asediar Logroño. La respuesta imperial no se hizo esperar. En Noáin, las aspiraciones de Enrique II se vieron frustradas, si bien la guerra prosiguió durante varios años, con episodios de gran importancia como los asedios de Maya (1522) y Fuenterrabía (1522-1524).
La contienda supuso para los antiguos monarcas navarros la pérdida definitiva de sus territorios al sur de los Pirineos –no así de la Baja Navarra, Bearne y otros feudos dentro del reino de Francia–, al tiempo que abrió procesos de evolución divergentes para unos y otros. De dichos procesos, así como de las campañas militares, las negociaciones políticas, los ejércitos del periodo y la evolución de las fortificaciones se habla en este segundo y último número que dedicamos a la conquista de Navarra.