
Alcatraz es un juego peculiar porque, a pesar de ser cooperativo en varios aspectos, con jugadores necesitando trabajar juntos para completar tareas, el juego tiene muchísima interacción negativa, ya que siempre habrá un jugador que será el cabeza de turco y tu no quieres ser ese tipo. No pones toda la carne en el asador, tampoco cumples siempre tus promesas y no siempre haces lo mejor por el grupo. En lugar de ello haces todo lo que puedes para volverte indispensable, y \"todo\" es literal aquí, incluso si implica robar, traicionar y chantajear a otros jugadores.